DSC01879

Una nueva edición de Mercado de Arte de Córdoba inauguró en la noche del  16 de  agosto.  Cinco días después, ya habían pasado a visitarla más de 90 mil personas, consolidándose año a año como uno de los principales eventos artísticos del país.

A diferencia de todas las ferias de arte contemporáneo que se llevan a cabo en Buenos Aires (como por ejemplo Arte Espacio, que estaba sucediéndose en el mismo momento en el barrio de San Isidro), una característica la distingue: la gratuidad de la entrada. Junto con la ubicación privilegiada de la Feria, cuyos stands se encontraban distribuidos en un punto neurálgico de la ciudad (entre el Cabildo Histórico y la Plaza San Martín) , constituyeron factores esenciales en la trascendencia que Mercado de Arte logró alcanzar en esta edición, revolucionando el centro cordobés.

DSC01859
Juan Suarez en Astronotus

Esta decisión de la Municipalidad de Córdoba, la cual se hizo cargo del evento en esta oportunidad junto a la Fundación Pro Arte y el apoyo del Ministerio de Cultura de la Nación, cumplió su objetivo de propiciar la llegada a un público de mayor amplitud que en años anteriores, con una consecuente duplicación de la venta de obras.  Incentivar el coleccionismo como motor que pone en funcionamiento el engranaje de la escena artística local fue una premisa de este encuentro.

 

La feria contó con la participación de 58 galerías y gestiones autónomas, y más de 250 artistas de la Argentina, Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay. Mercado de Arte se encontraba dividido en dos sectores principales: por un lado la Zona Crespo reunía a las galerías de mayor trayectoria, mientras que la Zona Bonino, ubicada dentro de las salas del Cabildo, agrupaba a galerías más pequeñas y colectivos de experimentación (en varios casos sin un espacio físico de funcionamiento), con la representación también de residencias de producción artística que se realizan a  lo largo del país.

DSC01880En la Zona Bonino se destacaba el stand de Pinball, un joven dúo de artistas, (Dino Valentini y Juan Pablo Liboá), quienes presentaron tanto obras individuales como obras hechas en colaboración, luego de trabajar durante años en intervenciones y murales en el espacio público de manera conjunta.

Casa Gris, galería de la ciudad de Cipoletti, Río Negro, exhibió una selección de artistas con la intención consecuente de trabajar con la temática de la explotación y la apropiación del territorio patagónico, cuya extracción de recursos naturales genera consecuencias irreparables en la zona. Allí encontrábamos por ejemplo, dos obras centradas en el petróleo: la instalación de Stella Provecho, quien ambiguando con el término perforación, recurría a señalamientos en un mapa de las heridas del territorio, producto de la extracción del crudo y sus tratamientos. Por otro lado, Pao Lunch experimenta con la mezcla de petróleo, saliva y sangre para dar lugar a su serie “Pornopetróleo”.  Sobresalían del conjunto las esculturas de Gastón Pereira.

DSC01905
Juan Manuel Rodriguez. Galería SOA.

Dentro de la Zona Limítrofe, que convocaba galerías de países aledaños, se encontraba Galería SOA, de Uruguay, la cual presentaba entre sus propuestas una serie de pequeñas pinturas de Juan Manuel Rodriguez. De carácter autobiográfico, sus obras encaran diversas escenas del quehacer del apicultor, tarea a la que se dedica la familia del artista.

En la carpa de Zona Crespo, Diego Obligado, galería de la ciudad de Rosario, exhibía una selección exquisita de fotografías de toma directa de Mariana de Matteis.

La provincia de La Pampa estaba representada mediante Vermú, un proyecto autogestivo de reciente formación, centrado en la  difusión, intercambio y venta de producciones artísticas, liderado por artistas y gestores culturales. Los dibujos en marcador de Leila Córdoba fueron imperdibles en la visita al stand.

DSC01875
San Poggio. Galería Artis.

 

DSC01894
Noelía Farías. Artis.

Sorprendió la gran cantidad de espacios y gestiones de la misma ciudad de Córdoba presentes en la feria, entre ellas Astronotus, quienes exhibieron gran cantidad de obras textiles y bordados. La propuesta de Manifiesto Alegría, un colectivo compuesto por cuatro fotógrafos, también resultó una de las más interesantes. Este espacio funciona desde el año 2000 como taller experimental orientado a la formación y la producción en torno a la fotografía contemporánea. Y Artis Galería seleccionó una serie de pinturas de San Poggio y Noelia Farías.

DSC01878
Nadia Martynovich. uimera

La presencia de espacios porteños fue más que relevante, contando con la participación de Pasto, Gachi Prieto, Piedras, Quimera, Rolf Art, Hache Galería, Big Sur, UV, Isla Flotante, Jaques Martínez, Hilo, Atocha y Mite.

 

 

El programa de actividades y conferencias, el Premio Federal de Intervenciones en espacios públicos, el cineclub y la gran diversidad de propuestas y ofertas culturales que exceden por mucho a una simple feria de arte, generaron un ambiente de intercambio, festivo y enriquecedor que convirtió a Mercado de Arte en un evento cuya visita se vuelve ineludible para el año 2017.

DSC01920
Astronotus
DSC01858
Casa Gris

 

Anuncio publicitario